Hacer Amigos con Nuestros Demonios como el Sobrepeso
/A través de nuestra vida nos vamos a encontrar con lo que podríamos llamar “demonios” (demonios = aquellas cosas que constantemente aparecen en nuestra vida y por más que luchamos contra ellas siguen apareciendo), vez, tras vez, tras vez.
Una de las cosas que he aprendido esta vida es que pelear contra estos demonios, por lo general no funciona, quizás funcione temporalmente, pero en poco tiempo reaparece, muchas veces más fuerte y con más tenacidad.
Uno de los demonios que ha aparecido desde mi adolescencia es el sobrepeso y todos los otros demonios que trae con ello, inseguridad, crítica constante hacia mi cuerpo, etc. Más las constantes dietas, el sube y baja de peso y las emociones que entran en juego en esta montaña rusa.
Por años traté de luchar contra el sobrepeso, múltiples dietas, muchas veces extremas, horas de ejercicio y todo lo que me pudieran sugerir; los resultados siempre eran temporales, después de dejar lo extremo, siempre regresaban los kilos de más y la montaña rusa emocional.
Desde hace más de 20 años medito, pero hace unos años encontré un método de técnicas de meditación-mindfulness enfocadas a cómo comemos y cómo nos percibimos. ¿magia? NO, ¿remedio instantáneo? TAMPOCO, ¿un camino hacia paz mental y paz con mi cuerpo?, ABSOLUTAMENTE, ¿bajar de peso de forma natural y sana?, MUCHAS VECES.
Las técnicas y los ejercicios que se usan están basadas en Mindfulness (atención plena), enfocándose a cómo comemos, qué nos hace comer, cuándo comemos, cómo nos afecta lo que comemos, cómo están relacionadas nuestras emociones a la comida, cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo y trabaja con la aceptación y el amor incondicional.
Cualquier persona que ha sufrido con el sobrepeso y ha hecho dietas, sabe qué debería de comer, después de años, todos los que nos encontramos en este predicamento, prácticamente podríamos ser dietólogos nosotros mismos; el problema no es que no sepamos qué es bueno para nuestro cuerpo o qué no es lo óptimo, la pregunta es ¿porqué a pesar de saber lo que sabemos, seguimos haciendo lo que no es bueno para nosotros?
Cuando aprendemos a poner atención a nuestras emociones y nuestros impulsos, cuando podemos detectar nuestros patrones y cuando podemos hacer las paces con nuestro cuerpo y generar aceptación por el estado en el que nos encontramos en este momento, se abre la posibilidad al cambio, pero no a través de la guerra, no a través de tratar de eliminar al enemigo, si no a través de la aceptación y el entendimiento, quizás de esta forma podamos hacer un cambio positivo, duradero y que traiga bienestar a nuestra vida.
De esta manera quizás podamos decirle adiós a nuestros demonios para siempre.
Jimena Alonso